Los frijoles charros, también conocidos como frijoles rancheros, son un platillo típico de la cocina mexicana que se prepara con frijoles cocidos y otros ingredientes como tocino, chorizo, cebolla, chiles y tomates. Su origen se remonta a la época de la Revolución Mexicana, cuando los campesinos y rancheros de la región central de México se unieron a la lucha revolucionaria.

Durante la Revolución, los campesinos y rancheros tenían que proveer de alimentos para los revolucionarios y sus tropas. Como resultado, se creó una cocina que utilizaba ingredientes locales, incluyendo frijoles, carnes, chiles y especias. Los frijoles charros eran una forma fácil y económica de alimentar a las tropas, y se convirtieron en una comida popular entre los soldados.

El término “charro” se refiere a un estilo de vida y vestimenta típica de los jinetes y vaqueros de México. Los frijoles charros son un plato que se asocia con la vida en el campo y la cultura vaquera, y se han convertido en un plato emblemático de la cocina mexicana.

La preparación de los frijoles charros comienza con la cocción de los frijoles, a los que se agrega una mezcla de tocino, chorizo, cebolla, chiles y tomates. Los ingredientes se cocinan a fuego lento y se mezclan con los frijoles para crear un plato sabroso y sustancioso. Este platillo se sirven comúnmente como guarnición en la comida mexicana, y se pueden encontrar en tacos, burritos, y otros platillos.

En resumen, Este platillo que refleja la rica y variada cultura culinaria de México y su historia como una nación agrícola y ganadera. Su sabor único y delicioso lo hacen un platillo muy valorado en todo México y en otras partes del mundo, y su historia y tradición lo convierten en un elemento fundamental de la cultura y la identidad culinaria de México.